En el artículo anterior de esta serie, discutimos el modelo Dreyfus, una abstracción que te permite entender la progresión por la que pasamos los humanos cuando aprendemos una nueva habilidad.
En este artículo, discutiremos otro modelo útil. En este caso, el tema es nuestro increíble cerebro. ¿Alguna vez has enfrentado un problema muy difícil y pasado horas tratando de resolverlo solo para tener ese momento eureka en la ducha una semana después? ¿Qué tal esos impulsos de inspiración que te dan la respuesta para esa pregunta que te ha estado molestando por semanas?
El modelo del que hablaremos trata de explicar este tipo de fenómeno representando nuestros cerebros como una máquina con dos modos de operación. Por un lado, tenemos nuestro modo de operación consciente-lógico, el que más estamos acostumbrados a usar. Por otro lado, tenemos los mecanismos asincrónicos de análisis de patrones que encuentran respuestas a problemas difíciles y alimentan nuestra intuición.
Es importante recordar que esto es solo un modelo, no una representación literal de los mecanismos subyacentes en nuestro cerebro. Un modelo intenta explicar fenómenos usando abstracción y simplificación y son útiles en el contexto correcto.
Modos de operación dual del cerebro
Es útil pensar sobre tu cerebro como un órgano compuesto hecho con las siguientes partes:
Basado en la imagen 3.1 de Pragmatic Thinking and Learning, por Hunt
- Tu memoria es un repositorio central conectado a un bus que sirve como entrada para nuestros CPU.
- Ambos CPUs tienen diferentes características: CPU 1 es una máquina secuencial típica que está a cargo de la razón y análisis lógico, CPU 2 es un super coincididor de patrones que funciona de manera asincrónica.
- Solo 1 CPU puede acceder a tu memoria a la vez. Esto significa que mientras estés haciendo trabajo intenso con CPU 1, CPU 2 es incapaz de acceder a tu memoria y hacer su magia.
Ahora entiendes el modelo básico, así que exploremos nuestros 2 modos de operación en más detalle.
CPU 1: La máquina de lógica lineal (Modo-L)
CPU 1 es una máquina lineal que ejecuta tareas (pensamientos) en forma secuencial, una tras otra. Este es el modo con el que estamos más familiarizados: nuestra conciencia y la voz en nuestras cabezas ambas viven en nuestra máquina de lógica lineal.
El Modo-L está a cargo de todo el procesamiento de lenguaje que hacemos. Todo el análisis simbólico, pensamiento abstracto y racional sucede aquí. Debido a tener relativamente poco espacio neural real y lidiar con cosas altamente abstractas, este modo de operación es mucho más lento que el del CPU 2.
La mayoría de nosotros dependemos principalmente del Modo-L para resolver nuestros problemas. Es más, durante la mayoría de nuestras vidas nos enfocamos en entrenar esta parte de nuestro cerebro. Desde la escuela hasta entrenamientos corporativos, la mayoría de métodos de instrucción se centran en presentar información y almacenarla usando lenguaje y símbolos.
El Modo-L es un activo increíblemente importante y nutrirlo es muy importante, pero no es la única herramienta que tenemos a nuestra disposición. Igualmente importante (y a menudo ignorado) es nuestro segundo modo.
CPU 2: El mágico analizador de patrones (Modo-R)
El Modo-R es como un súper motor de búsqueda que puede buscar patrones a través de toda tu memoria. Hay muchas memorias que no son verbales y yacen mucho más allá de las capacidades de recuerdo del Modo-L. Esto, por supuesto, no es un problema para el Modo-R: puede realizar escaneos masivos y encontrar relaciones novedosas entre conceptos e ideas aparentemente dispares.
El Modo-R es el mecanismo detrás de encontrar soluciones a problemas cuando no lo esperas: mientras tomas una ducha o caminas por el bosque tu Modo-L está apagado, dándole a tu Modo-R una oportunidad de resolver problemas en segundo plano. El Modo-R es asincrónico por naturaleza, y realmente no puedes comandarlo, solo invitarlo.
La inspiración y creatividad también están en el dominio del Modo-R. Un guitarrista durante la improvisación inconscientemente sabe qué notas tocar después, y un ingeniero de software experimentado intuitivamente sabe qué abstracciones crear y cómo dividir un proyecto. Todas esas cosas que sabes porque ‘se siente correcto’ son realmente tu Modo-R realizando análisis de patrones sofisticados y dándote respuestas.
El Modo-R es no-verbal, así que a veces explicar cómo sabes la respuesta a algo puede ser difícil. Si te encuentras respondiendo “No tengo idea, simplemente lo sé”, puedes agradecer a tu Modo-R.
Dominando ambos modos
Trabajar efectivamente y hacer uso de todo tu poder cerebral requiere poder sentirte cómodo con ambos modos de operación.
La mayoría de nosotros usualmente somos bastante buenos usando nuestro Modo-L, pero a menudo descuidamos los beneficios de cultivar el Modo-R. Aun así, hay muchas cosas que puedes hacer para crear un flujo continuo Modo-L-Modo-R y usar lo mejor de ambos mundos.
En el próximo artículo, discutiremos algunas técnicas básicas y prácticas que puedes usar para crear este flujo.
¡Gracias por leer!
Qué hacer después
- Comparte este artículo con amigos y colegas. Gracias por ayudarme a llegar a personas que podrían encontrar útil esta información.
- Este artículo está basado en el libro: Pragmatic Thinking and Learning: Refactor Your Wetware.
- Envíame un email con preguntas, comentarios o sugerencias (está en la página Autor)